En nuestra cultura, muchas veces asociamos el amor exclusivamente con la idea de una relación de pareja. Y al hacer eso, perdemos de vista que el amor es mucho más que eso.
“To return to love, to get the love we always wanted but never had, to have the love we want but are not prepared to give, we seek romantic relationships. We believe these relationships, more than any other, will rescue and redeem us.”
– bell hooks
Bell hooks, en su libro All About Love, lo dice muy claro: el amor ha sido malinterpretado y nos hemos acostumbrado a verlo sólo como algo que pasa entre dos personas que se enamoran. Qué lamentable es reducir el amor a esto cuando en verdad el amor está en todas partes. Está en tu familia, en tus amistades, en cómo te tratas a ti misma… Asumir que el amor de verdad únicamente se experimenta estando en pareja nos aleja de experimentar el verdadero amor, ese que lo engloba todo, incluso dentro de la pareja.
A mí me gusta entender el Amor (con A mayúscula) como una energía universal que está presente en todo y en todos. Creo que es una energía divina que nos acerca a Dios. Para mí, Dios es este Amor. Y si este Amor está en todas partes entonces Dios está en todas partes. Y el Amor está, ante todo, en la manera en la que conectamos con el mundo.
“I am not exactly in the form of people, places, and things, but I dwell in all the spaces between them — all the spaces within you.” - Love
- Elizabeth Gilbert
Pero independientemente de si creas en Dios o no, creo que es útil pensar en el Amor como una energía mística y etérea que siempre está a nuestro alcance, disponible para todos si nos permitimos conectar con ella.
Todos buscamos amor. Todos necesitamos sentirnos amados. Todos tenemos el deseo profundo de amar. Amar y ser amado es una de las necesidades más fundamentales para el ser humano. Y es más, creo que una gran parte de nuestro propósito como humanidad es aprender a amar mejor.
Una de mis autoras favoritas cuando se trata del Amor y de sabiduría espiritual es Elizabeth Gilbert (sí, la de Eat Pray Love). Ella nos invita a pensar en el Amor como una energía que podemos cultivar de distintas maneras: amando al mundo, amando a nuestra comunidad— amándonos a nosotros mismos.
A love-focused life doesn't need to be centered solely on romantic attachment.
– Elizabeth Gilbert
Para Gilbert el Amor es un verbo, una práctica que se realiza todos los días a través de acciones, decisiones y hábitos. No es solo un sentimiento pasivo, sino algo que está dentro de nosotros esperando salir. Creo que el verdadero llamado es aprender a conectar con todo y con todos desde ahí.
Bell Hooks, por otro lado, analiza el amor desde una perspectiva social. Ella argumenta que existe este condicionamiento social entre las mujeres que nos lleva a pensar en el amor romántico como “the ultimate fulfillment”. A las mujeres nos venden la idea de que encontrar el amor romántico no sólo es signo de nuestra autorrealización sino de nuestro valor y felicidad. Qué presión.
Women feel that they need a partner to validate their existence or provide a sense of purpose. Love becomes something to possess or achieve, rather than an authentic, reciprocal experience between two people. Many women often sacrifice their own needs, dreams, and self-worth in the pursuit of a love that will somehow “complete” them.
– bell hooks
No me malinterpretes, creo que buscar experimentar el amor en pareja es algo hermoso y válido cuando viene de un deseo genuino. Lo que busco señalar es el gran error que cometemos en nuestra búsqueda del amor al pensar que necesitamos de alguien más para sentirnos completas y que sólo encontrando a esa persona especial seremos plenas. Hay que tener cuidado con posponer nuestra felicidad porque se vuelve una profecía auto-cumplida. ¿Y si consideramos por un segundo que ya somos suficientes tal y como somos?
¿Qué pasaría si dejamos de buscar a alguien que nos complete, y comenzamos a compartirnos por el simple placer de la conexión, de aprender unos de otros y de permitirnos dar y recibir amor?
¿Que pasaría si elegimos estar en pareja desde la libertad de escogerlo y no desde el miedo de que algo está mal con nosotras si no lo hacemos?
Por supuesto que tener relaciones sanas, profundas y significativas es importante, la de pareja siendo una de ellas. Lo he dicho antes– creo que las relaciones son el pilar de nuestro bienestar.
Pero, ¿y si replanteamos la búsqueda?
Creo que se trata de replantearnos cómo queremos vivir nuestras relaciones, y hacerlo de acuerdo a nuestras verdaderas necesidades, valores y deseos. Y no desde un condicionamiento social que nos impulsa a buscar el amor ciegamente, con la esperanza de que eso nos complete.
No se trata solo de encontrar una pareja, sino de vivir todas nuestras relaciones con consciencia, autenticidad y profundidad. Se trata de vivir desde el Amor. Porque vivir desde aquí nos permite disfrutar de una conexión más genuina, no solo con una pareja, sino con el resto de las personas en nuestra vida. Y sí, experimentar estar con una pareja con quien podamos compartir un amor bonito es algo increíble, y es totalmente válido anhelarlo. Pero imagina la calidad que ese amor de pareja tendría si nos permitiéramos, desde ya, experimentar el amor en todas las otras áreas de nuestra vida, de vivirlo y de gozarlo a profundidad. Podemos empezar ya. No hay tiempo que perder.
Otra idea falsa que nos venden es que el amor está afuera. Y bueno, en parte sí podemos encontrarlo afuera. Con suerte lo encontramos en las personas de las que elegimos rodearnos. Aunque muchas veces lo encontramos en las cosas más sencillas. (Algo que me encanta hacer cada que lo recuerdo es retarme a encontrar el amor en las calles o en cualquier lugar que esté. El resultado es siempre algo precioso e inesperado.) Aunque el amor esté allá fuera, en verdad siempre viene de dentro, de nosotros mismos, de nuestra esencia. Eso significa que si no re-conectamos con nuestra esencia amorosa no seremos capaces de reconocer el amor cuando lo tengamos en frente y de poder experimentarlo plenamente. Si no te identificas como una persona amorosa eso sólo significa que has estado desconectado de tu verdadera esencia por un rato. Si estás en ese punto, recuerda que nunca es demasiado tarde, y que hoy es un gran día para empezar a reencontrarte.
El Amor no es algo que nos falta, sino algo que ya está en nosotros, esperando a ser cultivado para poder compartirlo, y recibirlo de regreso, para que siga circulando y creciendo.
¿Y si el propósito del día de San Valentín –y de nuestra vida en general– es re-conectar con nuestra esencia amorosa? ¿Y si aceptamos la invitación para elevar la calidad y la profundidad de nuestras relaciones, incluyendo la que tenemos con nosotros mismos? Esta es la base para todas las demás aunque no creo que sea un pre-requisito para amar, pero ese es otro tema.
¿Qué pasaría si entendiéramos el Amor como una forma de ser y de estar en el mundo? Como una práctica que implica auto-compasión y vulnerabilidad y que nos permite cultivar conexiones profundas y auténticas. Como un camino de sanción, de crecimiento interior y de conexión con todo lo que nos rodea. Como una opción que está disponible para nosotros en todo momento. Si logramos abrazar esta visión holística del Amor, podremos ver que el Amor está en todas partes, esperando ser descubierto y experimentado con profundidad.
Vienes a amar, no te distraigas.
Entonces pregúntate: ¿dónde puedo encontrar el amor? Yo lo encuentro en las conversaciones con mis amigas, en intentar ayudar a alguien todos los días, en conectar con la naturaleza cada que puedo, en practicar la presencia, en escuchar de verdad a los demás…
¿Dónde lo encuentras tú?


Como siempre, gracias por leerme. ¡Feliz día del Amor! Ojalá podamos decir esto todos los días.
Hasta la próxima!!!
– Isabel
Quizá sea una tontería, pero cada mañana cuando me voy a duchar veo que mi padre me ha dejado la toalla más nueva y que él ha usado la más vieja. Los sábados, cuando comemos tortilla, siempre me da el trozo más grande. Creo que el amor está también en los pequeños gestos, y si nos descuidamos nos los perdemos (y perdemos la oportunidad de hacerlos!)
Qué hermosa reflexión. Pensar en el amor como algo que nos atraviesa en cada pequeña conexión, en cada acto de cuidado y presencia, cambia por completo la manera en que lo vivimos. No es algo que nos falta, sino algo que ya está en nosotros, esperando ser reconocido y compartido.